Opinión

A Mercedes Soriano

A Mercedes Soriano

Lo cierto es que, el teletipo ciudadano al que yo considero twitter, me muestra la frase y foto de un perfil al que sigo, de nombre @blayams que me pone sobre aviso. Y es ahí cuando siento el incorregible deseo de escribir un breve texto que, subido a la liana de las letras, pueda viajar hasta el acontecer diario de Mercedes Soriano y, si me apuran, quedarse allí entretenido a modo de humano gesto y humilde sintonía.

 

 

En uno de sus twitts, @blayams escribe: “Y ahora estoy así. Una pena” con una foto precisa y actualizada que no me pasa desapercibida. Mercedes muestra en ella una cabeza rapada, pero lo importante es el rostro vivo y picarón, tal vez algo cansado, adornado con una mirada limpia y niña por donde se dibuja una sonrisa amable que parece traer a colación todo el rastro sagrado de su infancia.

El caso es conseguir cambiar su rotunda frase, por otra que celebre la alegría. Hacerse eco de su situación puntual y pasajera, para devolverle instantáneamente un himno de palabras precisas con el que rodear amorosamente su dilatada biografía. Palabras que acompañen, a modo de exquisitos cimientos que construyan una patria humana y común donde ninguna tristeza repentina nos sea ajena. Hacernos cargo, por así decir, del lenguaje no verbal de los otros, a modo de plural distinto y más mancomunado, para celebrar en conjunto los arpegios musicales que la vida lleva consigo en el perfil de sus instantes.

Les pido, si son tan amables, que se apeen por momento de la dictadura de las prisas; de las ingentes tareas de sus asuntos propios; de la agenda social y más protocolaria, para dedicarle unos breves minutos compañeros, instantes chiquitos condimentados con sustancia, para de esta forma extraerle a Mercedes una sonrisa reconfortante, dado que siempre es la mejor metáfora de la alegría.

Mercedes sin pena, apoyada por una llamada o un gesto sincero; un regalo sorpresivo o una sonrisa noble y duradera; un abrazo que achucha con ahínco; una frase salpimentada con humor; una dedicación de tiempo propio convergiendo en los otros; una leve iniciativa que vaya construyendo empatía. Cualquier cosa, les pido, para que nada de lo humano nos sea ajeno. Gracias anticipadas.

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Gaza: cuando la indiferencia duele tanto como la guerra

Gaza: cuando la indiferencia duele tanto como la guerra

Cada día en Gaza se cuentan vidas arrebatadas, familias destrozadas y sueños que no llegan a nacer. Las cifras oficiales hablan de miles de muertos y desplazados, pero los números nunca alcanzan para reflejar el horror: son los ojos de un niño buscando a su madre bajo los escombros, es el silencio de un hospital sin medicinas, es el vacío de un aula que ya no tendrá alumnos.

Lo más desgarrador no es solo la violencia, sino la pasividad de quienes podrían detenerla. Líderes que repiten discursos, organismos que lanzan comunicados, gobiernos que calculan beneficios estratégicos… y mientras tanto, en Gaza, el tiempo se mide en sirenas, en huidas, en despedidas.

La guerra se ha vuelto un espectáculo de noticias breves, desplazado en segundos por otro titular. Pero allí no hay descanso: solo una población atrapada entre muros y misiles, sin refugio, sin certeza de sobrevivir al siguiente día. Convertir este sufrimiento en un ruido de fondo es una forma cruel de indiferencia global.

No elegir un bando no significa ser neutral. Significa aceptar que la injusticia continúe. Cada día sin una acción firme de la comunidad internacional, sin presión real para frenar la violencia, es un día más en el que la humanidad entera fracasa.

Gaza no necesita palabras, necesita valentía. Decisiones que protejan la vida por encima de cualquier interés político. Memoria para no olvidar que detrás de cada víctima hay una historia truncada. Y coraje, porque mirar hacia otro lado es más cómodo, pero también más inhumano.

La tragedia de Gaza no debería ser una guerra lejana en nuestras pantallas, sino una herida en la conciencia global. Porque cuando la indiferencia se instala, duele tanto como las bombas.

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La salud de la democracia: claves para su sostenibilidad

La salud de la democracia: claves para su sostenibilidad

La democracia, más que una simple forma de gobierno, es un sistema vivo que necesita cuidado constante. Robert Dahl (1999) la describe como un modelo que garantiza la participación efectiva y la igualdad política, pero también advierte que su vigencia depende de la fortaleza de sus instituciones y de la acción de los ciudadanos. No basta con “tener” democracia: hay que mantenerla sana.

Democracia como ecosistema dinámico

Lejos de ser una estructura fija, la democracia funciona como un ecosistema social y político. Su buen estado depende de la confianza en las instituciones, de la circulación de información confiable y de la participación activa de la ciudadanía. Cuando estos elementos se debilitan, se abre la puerta a lo que Levitsky y Ziblatt (2018) llaman una “erosión silenciosa” de la democracia: un deterioro paulatino que no siempre se percibe a simple vista, pero que termina por socavar las bases del sistema.

Investigaciones recientes (Diamond, 2019; Norris, 2017) confirman que, en sociedades donde la ciudadanía se siente desconectada o desconfía de sus líderes, los discursos autoritarios y populistas ganan terreno con facilidad.

Factores que fortalecen la democracia

  1. Instituciones sólidas
    La salud democrática se refleja en instituciones capaces de funcionar con transparencia e independencia. Sin controles ni contrapesos, la rendición de cuentas se debilita y aumenta el riesgo de corrupción.

  2. Ciudadanos activos e informados
    La democracia florece cuando la ciudadanía no se limita a votar, sino que participa en el debate público, exige explicaciones y fiscaliza a quienes gobiernan (Norris, 2011). La pasividad, en cambio, abre espacio a liderazgos sin control.

  3. Pluralismo y capital social
    Putnam (1993) subraya que la cooperación entre grupos distintos fortalece las democracias. La inclusión de voces diversas, incluso cuando generan debate, evita la polarización destructiva.

  4. Información confiable
    La desinformación es una amenaza central para las democracias actuales. Noticias falsas y campañas digitales de manipulación debilitan el debate público y fragmentan a la sociedad. Combatirlas es esencial para la salud democrática.

  5. Educación cívica
    La democracia no se hereda: se aprende y se practica. La formación en valores democráticos desde temprana edad garantiza ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones.

Riesgos de descuidarla

El desgaste democrático no siempre se manifiesta con golpes de Estado. Hoy, como advierten Levitsky y Ziblatt (2018), el mayor riesgo proviene de líderes electos que debilitan lentamente las normas, polarizan a la ciudadanía y erosionan la confianza en el sistema. La apatía electoral, la desinformación y el desprestigio de las instituciones son síntomas claros de una democracia enferma.

La democracia es un proyecto en construcción constante. Su buena salud depende tanto de liderazgos responsables como de ciudadanos activos, informados y comprometidos. Cuidarla implica fortalecer instituciones, defender la diversidad, proteger el acceso a información veraz y practicar la participación cotidiana.

En definitiva, la democracia no se cuida sola. Como cualquier organismo vivo, sobrevive gracias a quienes se esfuerzan en mantenerla sana, fuerte y resistente frente a sus amenazas.

Referencias

  • Dahl, R. A. (1999). La democracia: una guía para los ciudadanos. Madrid: Taurus.

  • Diamond, L. (2019). Ill Winds: Saving Democracy from Russian Rage, Chinese Ambition, and American Complacency. New York: Penguin Press.

  • Levitsky, S., & Ziblatt, D. (2018). Cómo mueren las democracias. Barcelona: Ariel.

  • Norris, P. (2011). Democratic Deficit: Critical Citizens Revisited. Cambridge: Cambridge University Press.

  • Norris, P. (2017). Strengthening Electoral Integrity. Cambridge: Cambridge University Press.

  • Putnam, R. D. (1993). Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princeton: Princeton University Press.

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La igualdad de género: avances y retos pendientes.

La igualdad de género: avances y retos pendientes.

La igualdad de género entre hombres y mujeres es un principio fundamental de la justicia social y un pilar esencial para el desarrollo sostenible. Aunque en las últimas décadas se han logrado importantes avances en esta materia, todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar una equidad real y efectiva en todos los ámbitos de la sociedad.

Avances en la igualdad de género

  1. Participación en el mercado laboral: La tasa de empleo de las mujeres ha aumentado considerablemente, y cada vez más ocupan puestos de liderazgo en empresas e instituciones.

  2. Acceso a la educación: En muchas regiones del mundo, las mujeres tienen acceso igualitario a la educación, lo que ha permitido una mayor representación en profesiones tradicionalmente masculinas.

  3. Legislación y derechos: Se han aprobado leyes y normativas que promueven la equidad salarial, la protección contra la violencia de género y la conciliación laboral y familiar.

Retos pendientes para lograr la equidad

  1. Brecha salarial: A pesar de los avances, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por trabajos de igual valor. Es fundamental fortalecer las políticas de transparencia salarial y equidad retributiva.

  2. Representación en altos cargos: La presencia femenina en puestos de dirección sigue siendo minoritaria. Es necesario fomentar estrategias para eliminar barreras invisibles y promover el liderazgo femenino.

  3. Corresponsabilidad en el hogar: Las mujeres continúan asumiendo la mayor parte de las tareas domésticas y del cuidado de hijos y mayores. La promoción de la corresponsabilidad es clave para equilibrar estas responsabilidades.

  4. Violencia de género: La violencia contra las mujeres sigue siendo una problemática grave en todo el mundo. Es imprescindible reforzar las medidas de prevención, atención y protección de las víctimas.

Construyendo un futuro igualitario

Para lograr una sociedad verdaderamente equitativa, es fundamental el compromiso de todos: gobiernos, empresas y ciudadanía. La educación en igualdad desde edades tempranas, el impulso de medidas de conciliación y el fomento de modelos de liderazgo inclusivos son pasos clave en esta dirección.

Solo trabajando juntos podremos garantizar que las futuras generaciones crezcan en un mundo más justo, donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades para desarrollar su potencial.

 

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El cambio climático: un reto y una oportunidad para la Humanidad

El cambio climático: un reto y una oportunidad para la Humanidad

 

En las últimas décadas, el cambio climático ha dejado de ser un concepto abstracto para convertirse en una realidad tangible que afecta a nuestras vidas. Desde olas de calor extremo hasta tormentas más intensas, el impacto del calentamiento global ya no es algo que ocurra en un futuro distante; lo vivimos ahora. Para los líderes empresariales y comunicadores, esta crisis plantea no solo desafíos, sino también una oportunidad de demostrar que el sector privado y la ciudadanía pueden ser catalizadores del cambio positivo.

La Magnitud del Desafío

El cambio climático amenaza la estabilidad de nuestras economías, la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Según el IPCC, debemos limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales para evitar consecuencias catastróficas. Pero, aunque las cifras puedan parecer abrumadoras, hay motivos para tener esperanza. La humanidad ha enfrentado crisis antes, y hemos demostrado que somos capaces de grandes cosas cuando trabajamos juntos.

Innovación y Colaboración: La Clave para la Solución

Para combatir el cambio climático, necesitamos una transición rápida hacia economías bajas en carbono. Este proceso requerirá innovación tecnológica, políticas públicas audaces y un compromiso real del sector privado. Sin embargo, las acciones individuales y comunitarias también son fundamentales, especialmente en regiones como América Latina.

  1. Energías renovables en la región: Países como Chile y Uruguay lideran en el uso de energías limpias, pero cada hogar puede ser parte del cambio. El uso de paneles solares en viviendas está creciendo, y programas de subsidios están ayudando a que más personas puedan acceder a esta tecnología.

  2. Innovación climática en México: Además de iniciativas empresariales, cada ciudadano puede contribuir al cambio. Por ejemplo, reducir el uso de plásticos de un solo uso, optar por transporte público o bicicleta y fomentar prácticas como el reciclaje. Estos pequeños cambios, multiplicados por millones de personas, tienen un impacto significativo.

  3. Reforestación y cuidado del agua: En comunidades rurales y urbanas de México, proyectos como “Adopta un Árbol” y el cuidado de cuerpos de agua reflejan cómo la ciudadanía organizada puede proteger el medio ambiente y combatir los efectos del cambio climático.

La Esperanza como Motor de Cambio

Más allá de las políticas y estrategias corporativas, el cambio climático nos ofrece una oportunidad única: redefinir nuestra relación con el planeta. Cada acción cuenta. Optar por consumir de manera responsable, elegir empresas comprometidas con la sostenibilidad y participar en iniciativas comunitarias son formas en las que todos podemos marcar una diferencia.

Como ciudadanos, también tenemos una voz poderosa. Exigir a los líderes políticos y empresariales que actúen con responsabilidad frente a esta crisis es esencial. La democracia y la participación ciudadana son herramientas clave para acelerar los cambios necesarios.

¿Qué Nos Espera?

Si hacemos lo necesario, el futuro puede ser brillante. Imaginen un México donde nuestras ciudades estén cubiertas de techos verdes, donde la energía que consumimos provenga del sol y el viento, y donde cada comunidad se organice para proteger sus recursos naturales. Ese futuro no solo es posible; está a nuestro alcance.

El cambio climático es uno de los mayores retos de nuestra era, pero también puede ser nuestra mayor oportunidad. Depende de nosotros decidir si queremos ser espectadores de una crisis o arquitectos de un futuro más justo, sostenible y próspero.

La lucha contra el cambio climático no es solo responsabilidad de gobiernos y empresas. Todos tenemos un papel. Como ciudadanos, somos el corazón de esta transformación. Actuar ahora no solo es una opción; es una necesidad. El momento es hoy, y juntos podemos ser parte de la solución.




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La costosa factura de la crispación y polarización en la política: por qué debemos buscar el diálogo.

La costosa factura de la crispación y polarización en la política: por qué debemos buscar el diálogo.

En la arena política contemporánea, la crispación y polarización se han convertido en fuerzas omnipresentes, fragmentando sociedades y obstaculizando el progreso. Lo que una vez fue un foro para el debate racional y la colaboración ha sido invadido por la retórica incendiaria y la división partidista. Sin embargo, este clima de hostilidad no solo socava la integridad de nuestras instituciones democráticas, sino que también impide la resolución efectiva de los desafíos que enfrentamos como sociedad. En este artículo, exploraremos por qué la crispación y polarización son perjudiciales para la política y cómo podemos trabajar hacia un enfoque más constructivo basado en el diálogo y la cooperación.

División en lugar de Diálogo

La crispación y polarización política desalientan el diálogo genuino y la búsqueda de soluciones basadas en el consenso. En lugar de debatir ideas y comprometerse en un intercambio constructivo, los políticos y los ciudadanos se encierran en sus propias burbujas ideológicas, alimentando la desconfianza y el resentimiento hacia aquellos que no comparten sus puntos de vista. Esta dinámica crea una atmósfera tóxica en la que se desprecia al adversario político en lugar de entender sus preocupaciones y trabajar juntos hacia un bien común.

Parálisis Gubernamental

La polarización extrema a menudo conduce a una parálisis gubernamental, donde el estancamiento reemplaza a la acción y las soluciones a los problemas urgentes quedan en el limbo. Cuando los políticos están más interesados en derrotar al otro lado que en gobernar eficazmente, los ciudadanos son los que sufren las consecuencias. Los desafíos apremiantes, como el cambio climático, la desigualdad económica y la atención médica, requieren respuestas políticas audaces y colaborativas. Sin embargo, la polarización obstaculiza la capacidad del gobierno para abordar estos problemas de manera efectiva, perpetuando así el sufrimiento y la injusticia.

Sociedades Fracturadas

La crispación y polarización no solo tienen un impacto en la esfera política, sino que también fracturan la cohesión social y erosionan el tejido mismo de nuestras comunidades. Cuando la política se convierte en un campo de batalla tribal, se profundizan las divisiones entre grupos étnicos, religiosos, económicos y sociales. Esto alimenta el resentimiento y la desconfianza entre ciudadanos, dificultando la capacidad de la sociedad para encontrar puntos en común y avanzar hacia un futuro compartido.

Una Llamada al Diálogo y la Compromiso

Para superar los desafíos planteados por la crispación y polarización política, es fundamental adoptar un enfoque más colaborativo y orientado al diálogo. Esto requiere que los líderes políticos y los ciudadanos abandonen la retórica incendiaria y busquen puntos de conexión con aquellos que pueden tener opiniones diferentes. En lugar de demonizar al otro lado, debemos esforzarnos por entender sus perspectivas y encontrar áreas de acuerdo en las que podamos construir soluciones juntos.

Conclusión

En última instancia, la crispación y polarización política son fuerzas corrosivas que amenazan con socavar los fundamentos mismos de nuestra democracia y sociedad. Solo a través del diálogo genuino, el compromiso y la empatía podemos superar estas divisiones y trabajar hacia un futuro más inclusivo y próspero para todos. Es hora de dejar de lado nuestras diferencias partidistas y unirnos en la búsqueda de un bien común compartido. En la política, como en la vida, la verdadera grandeza se encuentra en nuestra capacidad para superar nuestras diferencias y trabajar juntos hacia un futuro mejor.

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La Importancia de la Política Europea: Unión para el Bienestar Común

La Importancia de la Política Europea: Unión para el Bienestar Común

Europa, un continente de vasta historia y diversidad cultural, es un crisol de naciones que han encontrado en la unión política un camino hacia un futuro compartido. La política europea, con sus complejidades y desafíos, desempeña un papel fundamental en la vida de millones de personas en toda la región. En este artículo, exploraremos la importancia de la política europea y cómo la unión política entre sus países contribuye al bienestar común.

1. Promoción de la Paz y Estabilidad

Desde su fundación, uno de los principales objetivos de la Unión Europea (UE) ha sido promover la paz y la estabilidad en la región. Después de siglos de conflictos devastadores, la integración política ha sentado las bases para una cooperación pacífica entre naciones que alguna vez fueron enemigas. La política europea, a través de tratados y acuerdos, ha facilitado el diálogo y la resolución pacífica de disputas, construyendo un continente más seguro y estable para todos sus habitantes.

2. Fortalecimiento de la Economía

La política económica europea ha jugado un papel crucial en el desarrollo y la prosperidad de la región. La creación de un mercado único y la adopción del euro como moneda común han facilitado el comercio y la inversión entre países miembros, impulsando el crecimiento económico y la creación de empleo. Además, la coordinación de políticas fiscales y monetarias ha permitido enfrentar crisis financieras con mayor eficacia, protegiendo así el bienestar económico de los ciudadanos europeos.

3. Protección de los Derechos Humanos y la Democracia

La política europea también se centra en la promoción y protección de los derechos humanos y los valores democráticos. La UE ha establecido normas y estándares comunes en áreas como la justicia, la igualdad de género, la protección del medio ambiente y la lucha contra la discriminación, garantizando un alto nivel de protección para todos los ciudadanos europeos. Además, la membresía en la UE implica el compromiso con principios democráticos y el Estado de derecho, lo que contribuye a fortalecer las instituciones democráticas en toda la región.

4. Respuesta a Desafíos Globales

La política europea también desempeña un papel importante en la respuesta a desafíos globales como el cambio climático, la migración, el terrorismo y la pandemia de COVID-19. A través de la cooperación internacional y el multilateralismo, los países europeos trabajan juntos para abordar estos problemas de manera efectiva, reconociendo que muchos de ellos trascienden las fronteras nacionales y requieren soluciones concertadas a nivel regional y mundial.

5. Fomento de la Identidad Europea

Finalmente, la política europea contribuye al fomento de una identidad europea compartida, que va más allá de las diferencias nacionales y culturales. La celebración de la diversidad y el respeto a las distintas tradiciones y lenguas dentro de la UE fortalece el sentido de pertenencia a una comunidad más amplia. Esta identidad europea se refleja en instituciones como el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que representan los intereses comunes de todos los ciudadanos europeos.

En conclusión, la política europea es fundamental para el bienestar y la prosperidad de las personas en toda la región. La unión política entre los países europeos no solo promueve la paz y la estabilidad, sino que también fortalece la economía, protege los derechos humanos y democráticos, aborda desafíos globales y fomenta una identidad europea compartida. En un mundo cada vez más interconectado, la cooperación y la solidaridad entre naciones son más importantes que nunca, y la política europea demuestra el poder de trabajar juntos hacia un futuro mejor para todos.

 
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Nuestro lado más humano

Nuestro lado más humano

Hace unos días, desde la web de LLYC, junto con DDB y Picnic, anunciaban la excelente iniciativa de #stayhuman que, a mi modesto parecer, es un acertado propósito colaborativo con una llamada de atención al lado más humano de los futuros liderazgos. Un gesto esencial del que, de una manera reflexiva, se pueden extraer muchas enseñanzas.

La iniciativa en sí merece unos momentos sustanciales de atención, a pesar de la ingente cantidad de información que a todos nos rodea, porque pone de manifiesto un necesario esencialismo que, a la vez que nos vamos incorporando a la llamada nueva normalidad, será un punto de inflexión para construir un nuevo futuro más humano y creativo.

Venimos de un confinamiento duro y doloroso, donde por suerte también hemos visto; por parte de empresas y ciudadanía, gestos y actitudes que han puesto de manifiesto una solidaridad y humanismo que no veíamos en nuestra rutina diaria o, si se producía, tampoco estábamos en condiciones de prestarle la atención debida, por culpa de la aceleración diaria que a todos y todas nos embarga.

Pero motivado por ese obligado alto en el camino, donde nos hemos topado con el miedo y la certeza de la fragilidad del ser humano; con las lágrimas y la desesperación ante lo desconocido; con la pena honda de ir dejando en el camino a familiares y amigos, sin la oportunidad de despedirse y despedirlos; motivado por ello, como digo, nos surge la oportunidad de aplicar otras maneras de comportamiento en el devenir más inmediato.

Que a partir de ahora nos sepamos forjar en una existencia más nutritiva de colaboración; que con lo aprendido durante este confinamiento duro y responsable, sigamos apelando al lado más humano del que hemos podido servirnos para salvarnos y salvar la circunstancia; que todo el acontecer oscuro que hemos atravesado, nos sepa dejar una enseñanza más profunda de cómo construir un bien común del que todos y todas podamos beneficiarnos. Un ser conscientes de que las personas, con su individualidad enriquecedora e irrepetible, son lo primero.

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Te queremos

Te queremos

A Irene, porque la vida son los gestos…

Te queremos es un plural que abriga, dos palabras que al unísono envían un himno sutil de cariño, una pincelada de ternura; un ápice de humanismo entre tanta cruda realidad y desconcierto. Las recibo a través de un DM en twitter; que acaso es una especie de reservado entre el baile incesante de conversaciones por dicha red social. Y me quedo acurrucado a ellas, cual niño grande amarrado a su infancia, porque tienen un valor incalculable, malecón donde asirse hasta que pasen las aguas turbulentas.

No cabe duda de que nos ha tocado vivir momentos inesperados, muy complicados en muchos aspectos, pero también un acicate para construir con ellos un futuro de esperanza donde los objetivos sean algo más comunes y los retos menos improvisados y más eficientes. Vamos a necesitar de un reajuste de nuestras miras y valores; una reflexión profunda de por qué o cómo hemos llegado a donde estamos, teniendo claro que, una vez tengamos las respuestas, ya se estarán formulando nuevas preguntas. Nos tocará anticiparnos constantemente a lo venidero, ayudándonos con liderazgos ejemplares que nos inviten a recorrer juntos el camino.

Es un tiempo duro donde algunos de nuestros familiares se han quedado en el camino, varados en una distancia rotunda y abismal que el destino les ha puesto de por medio. Momentos difíciles donde la presencia de la enfermedad lo acapara todo: tu atención, tu continua preocupación, la enorme tarea de saber gestionar muy bien el ánimo. Tiempos de calles vacías y silencio no deseado que puebla las ciudades; de distancias inusuales por donde no pueden hacerse efectivos los abrazos; de besos a la espera, mientras las miradas o las palalabras procuran ese salvavidas de acercamiento.

Pero también es un tiempo de esperanza; de saber estrechar lazos comunes para salir a flote. Una oportunidad para paladear los instantes de un tiempo irrepetible, calibrar en buena medida el índice sagrado de los valores intangibles, valorar todo cuanto nos rodea. Ser, en definitiva, mucho más que estar; porque si en verdad somos, estaremos mucho mejor. Y ser en modo radical; con hondura de significado, con afianzamiento de esas raíces minerales que pueden construir unas sociedades más constructivas y decentes.

Agradezco pues esa magia del “te queremos”, porque también es un síntoma de apreciada empatía. Pese a todo, te pones en el lugar del otro, te haces cargo de su particular circunstancia, le prestas tu sincero ánimo para que enseguida se reponga y camine junto a tí. Son palabras sencillas que curan, se acurrucan en tu pequeño regazo, vienen desnudas de costumbres sociales y protocolo. Son al desnudo, con su hondura de siglos, transmitiendo su más pleno sentido. Gracias por tanto.

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La puesta en escena de don Casado

La puesta en escena de don Casado

La puesta en escena de don Casado es la escenificación de un ego revuelto que, sin anestesia ni nada, le perpetra a la concurrencia una dura cacofonía muy difícil de digerir. Si uno observa el paciente público que tiene detrás de sus no muy curtidos costillares, observamos que el lenguaje no verbal expresa, casi unánimemente, un hastío respetuoso que se ahorra, por lo mismo, el gesto del reparador bostezo.

Bien es verdad que la escenografía que uno coloca a las espaldas, en cada mitin, es un alto riesgo que, como tal, puede producir el efecto contrario al que uno pretende; como es el caso que nos ocupa. Ya no es que los tuyos te acompañen en esa tarea diaria de la captación del voto, sino que los tuyos propios te están escenificando un obsceno hartazgo en el rostro; un cansinismo carente de emoción, cuya rutina sin significado, le va subiendo a los ojos una huella sutil de tristeza bien pesada.

La comunicación del siglo XXI, dirigida a una ciudadanía culta y muy bien informada, no es el monólogo al que nos han tenido acostumbrados más de cuatro, con ese mensaje unidireccional que, la mayoría de las veces, no se cree ni el mismo que lo está enhebrando desde un papel leído, porque también debe cansar mucho aprendérselo de memoria. La comunicación del siglo XXI tiene que construir una historia, o storytelling, donde la ciudadanía en su conjunto sea la mayor protagonista. Enmarcarla en la esencia de sus aspiraciones; de sus ilusiones; de sus visiones de futuro; de sus inquietudes y ganas de equivaler con sus semejantes. Y a partir de ahí construir un texto honesto y decente que los haga partícipes; que no es el caso.

Don Casado, a juzgar por ésta y otras intervenciones parecidas, prefiere entrar en el bucle de la descalificación hacia el otro y el mensaje extremista, sin un ápice de pedagogía cívica que sustente el contenido. No aúpa contenidos con un mínimo de significación esencial que pudiera ser propensa al posterior debate constructivo. Es un títere sin fondo buscando el voto que se le pueda ir hacia los recovecos de la derecha extrema. Y sigue considerando a los representantes, poco menos que tontos útiles para el mero hecho de sus propios intereses.

Vivimos tiempos de mucha incertidumbre, no menos circo mediático y, por supuesto, una prisa desmesurada que se olvida muchas veces del contenido esencial de los mensajes. Un presente en el que todo vale; unas maneras ruines que van cediendo su protagonismo al camino nada constructivo del insulto. Pero es justo lo contrario de lo que estamos necesitando, con lo que no me extraña nada el lenguaje no verbal, reventón de hastío, que a don Casado le hace un patético paisaje justo a sus espaldas.

Es tiempo de momentos constructivos; de tomar a la ciudadanía por hombres y mujeres inteligentes que estén dispuestas a embarcarse en un proyecto común donde, habiendo sido escuchados previamente, sean los protagonistas absolutos de cualquier campaña. Tiempo de significados que emocionen, palabras con sustancia, proyectos conjuntos que vayan dotando a las ciudades de alma. Y no concurrir como el mayor enemigo de la democracia, pregonando demagogia. Ya lo dijo Max Weber: “El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones”. Todo lo demás es pregonar sin dar trigo; o ser un mero vocero no avalado por los hechos.

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