Acabo de leer uno de los últimos libros de Reyes Mate: “Luces en la ciudad democrática. Guía del buen ciudadano” que, en medio de esta prisa desmesurada y esta competitividad insaciable, se me antoja como un ilustrativo oásis de amabilidad e ideas. Ya la dedicatoria: “A Teresa, maestra en la escuela y en la vida”, tiene un poso de dulzura por donde se vislumbra un sincero agradecimiento acurrucado en la pedagogía. Una frase corta; pero entrañable, en cuya lectura ya adivinamos la sabiduría y exquisitez con las que se arropa el libro.
Y después de hacernos acompañar por el autor en medio del silencio creativo que circunda a las intempestivas horas; exentas de ese rigor obligatorio en que a veces son vasallas del tiempo de otros, nos entregamos a esa serenidad hondísima en la que nuestra ignorancia bebe sin descanso de esta fuente de conocimiento que ahora se nos ofrece.
Reyes Mate, con su prosa, me ha recordado mucho a Ortega: te lleva de la mano por la senda alambicada de las preguntas para que, sin abandonar su compañía; ayudándote de ella, vayas tú mismo en busca de las respuestas. Un recuento de propuestas, de virtudes públicas, de actitudes cívicas, de comportamiento humano y ciudadano con las que poder afrontar mejor las decisiones que la vida nos reclama.
Agradezco al autor profundamente su trabajo, así como la amabilidad de Julia Ayuso (Editorial Pearson Educación) por enviarme el libro. Espero y deseo que alrededor de él se den cita muchísimos lectores.
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